Girasoles
Girasoles amarillos en mitad de la nada.
Versos que no encuentran palabras y vuelan con miedo, sin aliento, buscando un refugio dentro de tu alma.
En el desierto sólo hay arena, en el mar sólo hay agua.
Momentos que dibujamos antes de despedir al niño que lloraba la soledad de unas páginas escritas con la rabia del perdedor.
Ausente, casi a oscuras, entré en la habitación, cerré la puerta y con pasos cansados me tumbé en la cama dónde días antes murió el amor de mi vida.
Cuántos recuerdos dormidos me obligaron a sentirme desnudo con las palabras disfrazadas de mentiras.
Mis lágrimas olvidaron el pasado de una vida cansada de soñar con los ojos abiertos.
No llores, soy la sombra de tu pasado, no grites, el viento duerme, no camines, las flores hablan de ti, no respires, la luna te pregunta, no respondas que tu voz susurra canciones de amor.
Al fondo, el final del camino, un corazón roto, un grito que se pierde entre la lluvia que limpia tus mejillas.
Girasoles amarillos, amantes del tiempo, sigue buscando ese poema que perdido busca refugio en tu corazón, cansado de esperar que salga el sol.
Poeta de pelo blanco, de pantalones rotos, de ojos apagados.
Poeta que sueña con sus letras, que escribe pensamientos, que ama su papel en blanco.
Que decir de mi poesía que cabalga entre los rincones de tu alma. Soy el peregrino de tus versos, el hombre de barba blanca.
Poeta de mis sueños abandonados por tus suspiros.
Yo, escribiré mis horas, las llenaré de risas, las vestiré de melodías y al final del día, girasoles amarillos.
Felicidades! De nuevo triunfando con GIRASOLES. Me encanta. Gracias por compartir tan maravillosos poemas.
ResponderEliminarFelicidades Juan, por este nuevo poema, me encantó como todos los demás, enhorabuena.
ResponderEliminarGracias
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