Ayúdame a partir

 

 

Ayúdame a partir, sin lágrimas que me entristecen, que llenan mis ojos de penas.

Ayúdame a salir de este cuerpo que me tiene atrapado, atado a este mundo que no me hace feliz, muerto me encuentro, respiro, sólo respiro, pero no siento tus besos ni tus caricias que comprenden que no las siento.

Lucho por seguir aquí, lucho por sentir la lluvia que juega con mis sentimientos, tras los cristales, las gotas se esconden, el tiempo pasa y los días se vuelven viejos, no hay horas que me ayuden a salir.

Cierro los ojos y me olvido de mi presente, salto tan alto que alcanzo las estrellas pero todo es mentira, abro mis ojos y sigo en el mismo lugar, ayúdame a morir.

No entiendo tu negativa, tú respiras aire puro, sin cables, aire que huele a flores, que no duele, que no suele pasar por tu habitación sin animarte.

Avísame cuando llegues, estoy preparado, todo recogido, te recibo sin preguntas solo con respuestas, con una sonrisa abierta, cubierta de recuerdos y de abrazos baratos que narrados en párrafos de silencios, me hacen feliz.

No hay culpables, soy el único ocupante, las puertas se cierran y encierran mi vida que sigue muerta, no me despido, sólo viajo a otro mundo, te espero.

Ayúdame a seguir viviendo fuera de este cuerpo.

Ayúdame a morir.