Viajando con tus sueños

He sido el amante del tiempo, personaje de un cuento sin pelucas ni maquillaje. Vendedor de ilusiones, traficante de besos robados en la oscuridad de unos amantes olvidados por sus abrazos He recorrido tu cuerpo sin tiempo, vuelvo a mentir sin sentir lo que siento, corbatas negras en mi cuello, me ahogan, me falta tu aliento y me alimento de las sombras que tus besos como versos dejan en el papel en blanco una silueta de mujer desnuda. Me siento preso de tu mirada, obligado a olvidar tus pasos, no te persigo, me escondo en el cuarto de lo absurdo, cuento la rayas de tu falda y me recuerda que la batalla está perdida. Y al final, no hay nada, con calma subo las escaleras, no descanso, me supero antes de dirigirme a mi público y con mi último suspiro, disparo. He sido amante del mar, he soñado con las olas y en la última fila se gira el marinero sediento de amor. Una alfombra roja decora mis pies, una alfombra de rosas o de sangre, estoy herido, muero sin sentido y le pregun...

Quiero volver cada noche a tu cama, para robarte ese beso que guardas entre tus sábanas, volver cada noche para sentir tu mirada y ser tu recuerdo. Quiero volver cada noche para que alimentes mi alma que perdida se encuentra entre los suspiros del que ama. Volver cada noche, persiguiendo a la madrugada que me enamora, no soy una estrella que muere cuando el sol salga, soy la brisa que acaricia tu cara, que vuelve cada noche cuando me llamas. Quiero volver cada noche, si tus ojos cerrados son el espejo de mi mirada, volver cada noche si tu corazón late deprisa, late despacio, late con el tiempo que necesito para conquistarlo. Volveré cada noche si la luna ilumina el sendero que me lleve hasta tu pecho y allí dormiré Volveré cada noche, noche eterna, noche sin ventanas, volveré para amarte, para morir si tú no me amas.

No entiendo de verbos pasados, de frases que terminan con un punto y final. No entiendo de finales sin abrazos, de canciones sin música, de besos que no sepan a miel. No entiendo de aplausos en mitad de una obra de teatro, de lágrimas que no sean saladas, no entiendo de personas que mueren sin alcanzar un sueño, de esperas que no llegan a ninguna parte, de filas cargadas de odio. No entiendo de encuentros para pedir perdón, de vidas muertas por la distancia, de amores que no se miran a los ojos, de injusticias sin voces en contra, de paraísos pintados con los sueños de los demás. No entiendo de noches sin estrellas, de lunas sin sol, de ríos sin aguas cristalinas, no entiendo de camas frías, de sábanas aburridas, de manos que no den calor, no entiendo de pasos que retroceden, de caminos sin flores, de sentimientos vacíos, no entiendo de temores que te esperan cada día. No, no entiendo este mundo, ni el mundo que no queremos recordar, el que castiga por ser más fuerte, el d...

Fue tan rápido que no pude negarme, tan rápido que me dejó huella, marcando el tiempo, pintando paredes y volcando mi último pensamiento. Fue tan rápido que volví y no quedó nada de tus risas, cerré puertas, cerré ventanas, cerré el libro de mis poemas, tan rápido que no pude llegar para verte vestida. Fue tan rápido que rompió cristales y cansado, espere sentado, tan rápido que olvidaste tus besos abrazados al destino que paseaba en la oscuridad de un día gris. Fue tan rápido que no quiso quedarse bailando, miedo tengo al músico vestido de negro, tan rápido que no pude perfumarme y a pesar, tu olor me acompañó en mi último viaje. Fue tan rápido, que no salieron lágrimas ni llantos, algún lamento que aumentó mi rabia y me dijo al oído que ya no estabas. Fue tan rápido que te sigo esperando cada noche en nuestra cama, me desnudo de toda culpa y espero tu llegada, tan rápido que no tengo luto. Fue tan rápido que mi vida sigue siendo tuya, que la mesa esta puesta, fue tan...

Y pensé en volver, con las maletas vacías y volvería para pedir perdón. Con calma lo pensaría, y después de oír el rugido de mis palabras, volví. No traigo flores ni diamantes, sólo una sonrisa y un puñado de intenciones, limpias, tan blancas, tan puras que no encuentran enemigo que la inviten a sentarse en tu mesa. Lo pensaría mejor antes de llamarte, limpiaría mi corazón   de recuerdos que se olvidan antes que la luna vuelva a enamorarme. No te recuerdo sentada en nuestra cama, vestida de calma, mi recuerdo es para una dama, que espera una palabra, que no llega, que piensa en el mañana. Y pensé en volver para amarte, el miedo me detuvo ante tus labios y un paseo sin destino me alejó del único camino que yo elegí, me siento triste ante el espejo, mi mirada perdida busca ternura en el reflejo de una noche impaciente. Tan solitario, busco refugio en tu pecho, muero cada minuto que no te siento, respiro tus desprecios y me paseo por la senda del olvido. Sólo fue un...

En pijama, me asomo a mi balcón, a lo lejos, una nube, estoy tranquilo, no lloverá, viene vacía, sin agua, no hay peligro. No tengo paraguas, ni pienso comprarlo, con una bolsa será suficiente, soy tan valiente que bailo en medio de la calle, casi sin prisa, la nube está muy lejos, el viento me dice que corra y cierre las ventanas, que cierre los ojos y piense en el mejor sol de cada día. Empieza a caer las primeras gotas y duele, como se esconden para no desaparecer, mi pijama, mojado, pesa cada vez más y el paraguas que nunca compré se convirtió en mi mayor deseo, negro o de flores, que importa, se hace tan importante que cambia, mira por usted. El frío llega muy tranquilo y la soledad de las calles nos recuerda que los días son cada vez más cortos, no da tiempo, no tengo horas para plantar flores, agua y sol, fórmula casi perfecta. El pijama mojado, huele mal, no a mar, tan distinto, las olas de mi niñez a mis recuerdos más lejanos. Ya sin pijama, no me asomo, soy tí...

La noche me mintió, no he sabido conquistarla con una sola palabra, no pude enamorarla con una flor, no quise abandonarme a solas con el tiempo y pasó el amor como si fuese una cometa, sin rumbo se alejó de mí y comprendí que todo había acabado. Cerré mis ojos, mi corazón recordó un pasado lleno de pequeños momentos que hicieron montañas de hielo en pleno verano. No culpes a la vida por esas lágrimas derramadas frente al mar, no culpes a tus sentimientos por tus fracasos, no culpes al amor por negarse a quedarse sentado al lado de la chimenea que no le da calor.   A solas con mis dudas me marché, dejándote ese espacio de libertad que necesitabas para poder plantar en tu jardín un nuevo amor, una nueva vida con un sol que ilumine tu futuro lleno de esperanza y dispuesto a mostrarte una ventana por donde escapar de todo lo que te ataba al silencio. Un adiós puede ser un nuevo caminar, mil canciones que alegren tu alma, sonrisas que lleguen a ti, noches eternas y días dispu...